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SIN PATRIA Y ESTIGMATIZADOS

“No quiero estigmatizar a los venezolanos, pero hay unos que en serio nos están haciendo la vida de cuadritos. Aquí el que venga a trabajar, bienvenido sea; pero el que venga a delinquir, deberíamos deportarlo inmediatamente”, dijo Claudia López, alcaldesa de la ciudad de Bogotá, en una reunión de gobierno realizada el 29 de octubre en la localidad de Kennedy. Sus palabras provocaron que van desde aplausos y reconocimientos por “su entereza de carácter y valentía” para enfrentar el delito que se ha incrementado en la capital del país, hasta críticas, como la que hizo el concejal Carlos Fernando Galán, quien le replicó: “¿Un venezolano es más proclive a delinquir que un colombiano? ¡No! Entonces es xenofobia mencionar la nacionalidad cuando se habla del aumento del homicidio en Bogotá”.

 

Por otra parte, luego de que el presidente Iván Duque anunciara la vacunación masiva en todo el país a partir de febrero del 2021 para combatir la pandemia actual, se le preguntó cómo sería el proceso con los 1.7 millones de venezolanos que en este momento se encuentran en el país, y respondió que “quienes no tengan en este momento la acreditación de ser ciudadanos colombianos, y que no tengan regularizada su situación migratoria, por supuesto que no serán vacunados”. La información suministrada por Migración Colombia confirma que el 55% de esta población no cumple con estos requisitos. ¿Qué hacer en este caso? El mandatario enfatizó: “No se vacunarán. O sino, imagínense lo que estaríamos viviendo: tendríamos un llamado a la estampida a que todo el mundo cruce la frontera para pedir que lo vacunen”.

 

Aunque las desafortunadas, inhumanas y claramente discriminatorias expresiones del presidente recibieron el apoyo de su partido y de millones de xenófobos, cuyas actitudes son alimentadas por quienes los representan en este momento, también hubo manifestaciones de rechazo, como las de la Federación Internacional de la Cruz Roja, que solicitó al Gobierno que los venezolanos que están en suelo colombiano fueran incluidos en la campaña de vacunación. El exministro de Salud Alejandro Gaviria en su cuenta de Twitter afirmó que “no vacunar a los venezolanos es una mala idea desde un punto de vista epidemiológico, pero es sobre todo una propuesta antiética: excluye a los más vulnerables y discrimina de forma casi amenazante en contra de un grupo de personas por su nacionalidad y estatus migratorio”. Alcaldesa y presidente, los individuos deben ser protegidos sin tener ninguna consideración distinta a su dignidad como seres vivos. Estigmatizarlos demuestra una profunda estrechez mental y un desconocimiento de la hermandad humana universal. 

 

  

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