Las campanas de la iglesia están sonando
Anunciando que el año viejo se va
La alegría del año nuevo viene ya
Los abrazos se confunden sin cesar
Faltan cinco pa' las 12:00, el año va a terminar
Me voy corriendo a mi casa
a abrazar a mi mama
¿Cuándo usted escucha esta canción que fue grabada por primera vez en 1960, que recuerdos afloran en su mente? Las emociones, los pensamientos y las reacciones de cada persona son únicos, porque son el resultado de las experiencias conscientes –o inconscientes- que se encuentran ligadas a muchos momentos que se repiten año tras año y que dejan una huella indeleble en el psiquismo humano.
Esta canción escrita por el compositor venezolano, Oswaldo oropeza, desde el momento en que se grabó como pasaje llanero tuvo una gran repercusión en el vecino país, y, cuando Aníbal Velásquez, lo hizo en ritmo de guaracha con su magistral interpretación del acordeón, tuvo tanto impacto en Colombia, que esta es considerada como uno de los íconos en la celebración de un año que termina y otro que inicia. ¿Cuál es el impacto que tiene a nivel psicológico y emocional en el individuo y en el colectivo estas actividades que congregan cada año a familias enteras que viven en sitios distintos y que aprovechan el período vacacional para volverse a reunir? Son muchas. Lo primero que se debe analizar es que la reacción en la persona, es el resultado de “marcas” que se han instalado en los primeros años de vida y los eventos sucesivos relacionados con la época.
En un primer grupo están quienes han tenido experiencias difíciles por traumas físicos o psicológicos (como sería el caso de accidentes, muerte de un ser querido, violaciones o cualquier modalidad de maltrato). Para ellos es una fecha que prefieren ojalá no llegue porque les remueven en parte o en la totalidad la experiencia que se ha instaurado en su mente como algo doloroso. En el otro espectro, están quienes recuerdan esta fecha con alegría porque les retrotrae a momentos especiales de disfrute con sus seres queridos. En general, la vida del ser humano es la reactualización de los eventos vividos a lo largo de la vida, a los cuales los matiza emocionalmente con los recuerdos que están siempre presentes en la memoria. Independientemente de cómo hayan sido las experiencias, siempre existe la posibilidad de elaborarlas para tener un disfrute en el presente del hermoso milagro de la existencia.
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