El ser humano es la resultante de un proceso evolutivo que se ha dado a lo largo de millones de años. Sus antecesores vivieron momentos de lucha para sobrevivir, para perfeccionarse en su adaptación al medio; un ciclo permanente de vida y muerte. Muchos investigadores han tratado de aclarar los intrincados eventos a través de los cuales especies completas de animales desaparecieron de la faz de la Tierra por fenómenos naturales, mientras que otras desarrollaron mecanismos adaptativos que les permitieron sobrevivir ante las contingencias incontrolables del entorno; pero también hubo aquellas que no solamente se adaptaron, sino que prácticamente colonizaron todos los ecosistemas planetarios. Los estudios pioneros de Darwin y Lamarck han sido discutidos, rebatidos en algunos de sus hallazgos iniciales, pero siguen siendo, a no dudarlo, los pilares que fundamentan la comprensión del humano actual.
En el transcurso de la Historia, la civilización humana ha tenido que enfrentar muchos desastres naturales, plagas, epidemias, luchas fratricidas, como las guerras que han dejado como resultado la muerte de millones de individuos; actualmente, por ejemplo, estamos encarando una pandemia que ha tocado los cinco continentes, generada por un virus que no solo ha infectado miles de personas, sino que también ha matado a centenares. Hoy en día padecemos una situación de incertidumbre porque no se ha encontrado la vacuna o el tratamiento para tal amenaza, y estudios que se han llevado a cabo en muchas latitudes han demostrado de manera fehaciente que las personas sometidas a situaciones de estrés, confinamiento y pérdida de las libertades individuales y colectivas como forma de protección, en este caso, por el coronavirus, se han visto terriblemente afectadas.
En Colombia, las investigaciones han detectado el grado de afectación de la salud mental de la población; las dos principales, realizados por Profamilia y por la Universidad Icesi, coinciden en que 3 de cada 4 personas tienen algún grado de compromiso que se refleja en síntomas de tipo ansioso y depresivo. Algunos expertos utilizan el concepto de pandemia oculta, porque las personas ante la incertidumbre de infectarse o infectar a sus seres queridos, comienzan a experimentar trastornos de estrés agudo, que se pueden perpetuar en el tiempo y convertirse en disparadores de enfermedades o trastornos mentales más severos. Recientemente publiqué un libro, en el cual propongo una serie de recomendaciones para cuidar la salud mental en momentos en que los mecanismos psicológicos de los seres humanos están siendo sometidos a pruebas tan difíciles. Una buena salud mental es el primer requisito para superar esta contingencia.
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