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JUNTOS PODEMOS SALVAR VIDAS

La vida es la manifestación de un largo recorrido evolutivo que ha tenido el universo; esta ha adoptado una infinita variedad de formas. Cada uno de los sujetos dotados de este aliento vital cumple una función específica en el entramado de la existencia. Un ecosistema representa en miniatura el milagro de la interdependencia que permite la supervivencia de cada uno de los individuos que lo conforman. Toda expresión de esa manifestación encarna la sacralidad de un proceso iniciado hace aproximadamente 13.800 millones de años, de acuerdo con la teoría del Big Bang, que ha sido sometida a pruebas por investigadores en diferentes partes del mundo. Entender ese desarrollo extraordinario que ha dado como resultado las formas actuales que pueblan el planeta Tierra, y las otras expresiones de vida –que probablemente exista en otras galaxias– es acercarnos al gran y maravilloso misterio de la creación.

 

La auto y heterodestrucción es una de las más terribles y primitivas contravenciones al orden natural que establece una evolución de nacimiento, crecimiento, procreación y muerte de todos los seres que han sido dotados del aliento vital. En el ser humano, esa criatura que en el planeta Tierra ha desarrollado al límite máximo una propiedad del universo, como es la inteligencia, se da el fenómeno de provocar daño, matar o matarse a sí mismo; obedeciendo no a principios naturales, sino al desarrollo de otra propiedad, que es la autoconciencia derivada de sus propios actos. El suicidio, como la capacidad autodestructiva que el individuo dirige hacia sí mismo, es uno de los mayores flagelos que atacan a la civilización actual. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los últimos 45 años, ¡las tasas de suicidio en el mundo se han aumentado en un 60%! ¿Es prevenible? ¡Sí!

 

Uno de los mayores obstáculos para la prevención, dice la OMS, es el tabú o el estigma relacionado con las personas que han intentado suicidarse o lo han consumado, porque son juzgadas como “faltas de carácter” o “desagradecidas con la vida y con sus seres queridos”. Por esta razón, quien está elaborando una conducta suicida oculta esos pensamientos que lo acechan. El 10 de septiembre de cada año se conmemora el Día Mundial de Prevención del Suicidio. El Ministerio de Salud en Colombia, bajo el lema “todos juntos podemos salvar vidas”, invita a la sociedad entera a que se vincule a esta campaña que busca disminuir este flagelo, que en el 2019 costó la vida a 2643 personas. Recuerda lo sagrado de toda forma de vida; ayuda a quienes observes en trance de suicidarse, porque todos juntos podemos salvar vidas.  

 

 

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